Estoy seguro que algunos de ustedes habrán escuchado la noticia que la Sra. Louise Troh, su hijo y sobrinos están en el período de cuarentena de 21 días por Ébola. Agradecemos a Dios que siempre han estado y siguen sin presentar síntomas. Recordarán que la Sra. Troh era la novia de Thomas Eric Duncan, quien perdió su batalla contra Ébola el 8 de octubre, y que ha estado alojada junto a su hijo y sobrinos en un "lugar secreto" durante las últimas semanas. Hoy puedo decirles que la Sra. Troh y su familia encontraron refugio en nuestro Centro Católico de Formación y Conferencias Diocesano en Oak Cliff donde fueron alojados en una de las casas en un rincón remoto de las instalaciones.
Esta mañana los reporteros me preguntaron porque accedí a la petición del Alcalde Mike Rawlings y el Juez Clay Jenkins de ofrecer vivienda a la Sra. Troh y su familia. Les respondí que me detuve a pensar en todas las implicaciones, pero al preguntarme "¿Qué haría Jesús?" Supe que debía ayudar. Indudablemente, la Iglesia Católica tiene una larga historia de ayudar a los necesitados, y la Sra. Troh y su familia estaban y siguen estando necesitados. Otro reportero hizo referencia al hecho de que la familia no es Católica. Le expliqué que nosotros no ayudamos a las personas porque son Católicas, más bien, nosotros las ayudamos porque nosotros somos Católicos y porque eso es lo que estamos llamados a hacer.
Durante la cuarentena, cancelamos todos los retiros y actividades en la Centro Católico de Formación y Conferencias. Sé que esto les causó contratiempos a algunos de ustedes que tenían eventos programados allí. Les pido disculpas por cualquier dificultad que esto haya causado a quienes tuvieron que cancelar sus eventos o buscar otros sitios. Espero que entiendan que se trataba de una situación de ayuda de emergencia humanitaria que debía tener prioridad. También quiero expresar un agradecimiento especial al Diácono Jessie Olivarez, quien como director del Centro realizó un trabajo excepcional durante este período de cuarentena. La ciudad/condado ha ofrecido gentilmente limpiar minuciosamente las instalaciones y el centro ha reanudado su actividad normal.
Por último, quiero decirles que esta mañana visité y recé con la Sra. Troh y ella expresó su profunda gratitud a la diócesis por proporcionar refugio a su familia. Les pido que sigan rezando por ella y su familia mientras continúan lamentando la pérdida del Sr. Duncan y se preparan para encontrar una residencia permanente y seguir adelante con sus vidas.
Agradezco sus oraciones y su comprensión.
Fuente: ObispoKevinFarrell.org