9/11/2017
Te alabamos, Señor del cielo y de la tierra,
porque en las buenas y en las malas,
eres la fortaleza de tu pueblo.
Tras el diluvio,
tu siervo Noé y su familia
te ofrecieron un sacrificio agradable de acción de gracias.
Ahora, después de este tiempo de destrucción,
te damos gracias por tenernos bajo tu protección
y por traernos de regreso a casa.
Nos has dicho en la Biblia:
"Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo" [Cantar de los Cantares 8,7].
Deja que tu amor imperecedero por nosotros
sea nuestra esperanza, este y todos los días,
mientras vivimos aquí nuevamente.
Permite que nuestro amor por ti
resista las tormentas y dificultades,
y que nunca sea erradicado de nuestros corazones.
Te alabamos, Padre todopoderoso,
por Jesucristo, nuestro Señor
en el poder del Espíritu Santo,
ahora y siempre. Amén.
Michael Kwatera, O.S.B.
Prayer