Agradezco que nuestro Santo Padre Francisco haya investigado cuidadosamente estas acusaciones y haya tomado las medidas necesarias. El informe muestra que ningún miembro del clero, incluidos obispos y cardenales, está por encima de la ley y debe responder por acciones pecaminosas y criminales. Theodore McCarrick recibió la pena más severa que la Iglesia puede administrar al ser despojado del estado clerical.
Habiendo aprendido de los pecados del pasado, en la actualidad la Iglesia opera de manera muy diferente a como lo hacía en décadas pasadas. En 2018, le pedí a un equipo de ex agentes del FBI que revisaran a fondo todos los archivos de los sacerdotes para buscar cualquier posible conducta inapropiada. En 2019, la Diócesis de Dallas dio a conocer los nombres de todos los sacerdotes que han recibido una acusación creíble de conducta inapropiada que se remonta a setenta años, a 1950, y cooperó con las agencias policiales locales en las investigaciones de casos que resultaron de esa lista.
En la actualidad, quienes realizan una solicitud para entrar al seminario deben someterse a evaluaciones psicológicas para poder ser aceptados en el programa. He ordenado a los seminaristas que informen de preocupaciones o acusaciones específicas de conducta inapropiada a un miembro externo independiente de la junta de revisión formada por miembros laicos(no clérigo).
Y, a principios de este año, la Diócesis nombró al ex-Jefe de Policía Adjunto de Dallas, Albert Martínez, para el nuevo puesto de Director de Seguridad para que trabaje con nuestras iglesias para proporcionarles el ambiente más seguro posible. La Diócesis de Dallas se toma muy en serio la creación de un ambiente seguro.
La Diócesis de Dallas seguirá estando atenta en la búsqueda de medidas de seguridad para proteger a las personas a las que servimos. Seguimos orando por todas las víctimas de abuso y exhortamos a cualquier persona que haya sido abusado a denunciarlo a las fuerzas policiales.